Síndrome Genitourinario de la Menopausia
La disminución de la actividad hormonal de los ovarios durante la menopausia tiene un impacto significativo en el cuerpo de la mujer. En particular, la disminución de la cantidad de estrógenos provoca cambios importantes en el sistema genitourinario femenino. El síndrome genitourinario de la menopausia (GSM – Genitourinary Syndrome of Menopause) identifica precisamente ese conjunto de condiciones clínicas que afectan al aparato íntimo en las mujeres menopáusicas.
Se pueden identificar tres áreas principales:
TRATAMIENTOS
Atrofia Vulvovaginal
A medida que disminuyen los estrógenos, la mucosa vulvovaginal se vuelve atrófica: se adelgaza, se vuelve más frágil y seca, y pierde trofismo e hidratación. Una de las consecuencias de este proceso es que disminuye el glucógeno normalmente presente en las células epiteliales de la mucosa vaginal. Sin embargo, el glucógeno es esencial para los lactobacilos que constituyen el elemento principal de la flora vaginal. Sólo gracias a los lactobacilos es posible mantener el pH ácido correcto en la vagina, lo que proporciona una barrera protectora contra las bacterias patógenas. Por lo tanto, la atrofia también provoca un aumento del pH vaginal, con el consiguiente cambio en el microbioma, donde pueden propagarse los patógenos.
La atrofia vaginal es una afección muy común, especialmente entre las mujeres que atraviesan la menopausia (natural o inducida) o después del parto. La atrofia es a menudo consecuencia de tratamientos médicos, quimioterapia, radioterapia o una intervención quirúrgica de extirpación ovárica. El tracto vulvovaginal es muy sensible a la disminución de estrógenos, con una serie de consecuencias que repercuten negativamente en la calidad de vida de la mujer: fragilidad y laxitud de la mucosa vaginal, sequedad, picor y ardor, y dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
TRATAMIENTOS
Vaginitis Atrófica
La vaginitis atrófica es una inflamación de la mucosa vaginal que no está causada directamente por una infección bacteriana o fúngica. Es consecuencia de la reducción de los niveles de estrógenos y puede producirse durante la menopausia, la lactancia, la toma de fármacos para tratar la endometriosis y los fibromas uterinos, o tras determinadas terapias contra el cáncer. La reducción del nivel de estrógenos provoca una disminución de la nutrición e hidratación de la mucosa vaginal y vulvar, que se vuelve progresivamente más fina, delicada, irritable y susceptible a los traumatismos. La sequedad vaginal, el ardor, el dolor durante las relaciones sexuales y las molestias constantes (por ejemplo, cistitis e infecciones recurrentes) son consecuencias, a menudo consideradas erróneamente inevitables, de la vaginitis atrófica.
TRATAMIENTOS
Incontinencia Urinaria
Es uno de los problemas femeninos más frecuentes en las mujeres de 35 años o más, y deteriora gravemente su calidad de vida.
Puede ser de varios tipos y niveles: por esfuerzo (pérdida involuntaria de orina que se produce, por ejemplo, al reír, toser o levantar pesos), por urgencia (fuerte necesidad de orinar acompañada de una incapacidad para esperar a llegar al baño), mixta (presenta incontinencia por esfuerzo y por urgencia conjuntamente) o por otros problemas que afectan al aspecto neurológico (aparece cuando la vejiga está tan llena que la presión interna es mayor que la de la uretra).
El síntoma común de todas las formas de incontinencia es la pérdida involuntaria de orina. Esto puede ocurrir tanto con pequeñas pérdidas de orina como con pérdidas abundantes.
Sin embargo, los síntomas más importantes son el sufrimiento psicológico de la persona debido al trastorno, que compromete gravemente la calidad de vida y pone a prueba los aspectos emocionales, relacionales y sociales del individuo.
Las causas de la incontinencia en las mujeres pueden ser muchas: por ejemplo, los cambios físicos derivados del embarazo, el parto y la menopausia o la extirpación del útero (histerectomía) pueden provocar la disfunción.
TRATAMIENTOS
Vulvodinia
La vulvodinia es una enfermedad ginecológica caracterizada por dolor crónico en la vulva y los tejidos que rodean el acceso a la vagina.
En ocasiones, esta enfermedad puede afectar solo al clítoris, la entrada vaginal, el orificio uretral, hasta afectar a órganos internos como la vejiga o toda la uretra. El dolor vulvar crónico que caracteriza el trastorno suele ir asociado a ardor intenso, dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales) y enrojecimiento; solo en raras ocasiones se acompaña de otras lesiones que puedan observarse macroscópicamente.
El dolor asociado a la vulvodinia se produce, en la mayoría de los casos, durante el acto sexual, pero también puede aparecer espontáneamente, tal vez asociado a algún movimiento, cuando la paciente se sienta o camina. Esta sintomatología dolorosa no es necesariamente solo provocada o solo espontánea: puede manifestarse de ambas formas en el mismo paciente.
A pesar de ser una afección frecuente, la vulvodinia puede diagnosticarse tarde, así como no tratarse durante años, porque se subestima (nota: se considera una enfermedad «invisible») y se percibe como difícil de tratar. No en vano, durante mucho tiempo la vulvodinia se clasificó como una «enfermedad psicosomática» o incluso «psicógena»: en realidad, esta interpretación está obsoleta, ya que se trata de una enfermedad con una sólida base biológica que se inscribe en el ámbito ginecológico y que puede tratarse eficazmente con un protocolo de tratamiento adecuado.
TRATAMIENTOS
Cistitis
La cistitis es una inflamación de la vejiga. Puede provocar ganas frecuentes de orinar, presencia de restos de sangre en la orina, dolor y ardor al orinar y dolor suprapúbico. Suele ser debilitante y afecta sobre todo a las mujeres.
Existen distintos tipos de cistitis, como: la cistitis bacteriana está causada por la proliferación incontrolada de bacterias, que normalmente viven en nuestros intestinos, pero que pueden ascender a través de la uretra hasta la vejiga; la cistitis intersticial es una inflamación crónica de la vejiga con una causa que no es fácilmente identificable y en la que no hay signos de infección urinaria, de hecho la toma de antibióticos no conlleva ninguna mejoría; la cistitis postcoital se refiere precisamente a un episodio de cistitis que se produce entre 24 y 72 h después de haber mantenido relaciones sexuales…
El tratamiento de la cistitis puede variar en función de la causa y puede incluir la toma de antibióticos para las infecciones bacterianas, modificaciones del estilo de vida para las formas menos graves y procedimientos quirúrgicos en casos extremos.
TRATAMIENTOS
Incontinencia Fecal
La incontinencia fecal consiste en la pérdida involuntaria de heces o gases. Para la persona, representa un verdadero inconveniente social que repercute en su calidad de vida. Las personas que lo padecen no suelen declararlo porque se avergüenzan de ello o por razones de pudor.
Esta afección puede deberse a cambios anatómicos, como el debilitamiento de los músculos del suelo pélvico o del esfínter, o a daños en los nervios que controlan o reducen la capacidad de depósito del recto.
Las mujeres son mucho más propensas a sufrir incontinencia fecal que los hombres, y esto se debe a una mayor laxitud de la musculatura pélvica tras el parto. Los grupos de edad más afectados son a partir de los 50 años, tanto en hombres como en mujeres.
El tratamiento adecuado depende de la causa de la incontinencia, por ejemplo, se puede orientar al paciente hacia un tratamiento puramente rehabilitador en caso de hipotonía del suelo pélvico o hacia un tratamiento quirúrgico en presencia de prolapsos y/o lesiones musculares.